viernes, 8 de abril de 2011



La Central Nuclear de Onagawa sufrió filtraciones de agua, mientras otras dos han recurrido a generadores de emergencia.

Tokio, Japón.- Después del nuevo temblor de 7.1 grados en la escala Richter que azotó la costa nororiental de Japón, creció el pánico entre los pobladores, ante la alerta de un nuevo tsunami posterior al movimiento telúrico, en varias localidades.

Tras el sismo, la Central Nuclear de Onagawa, en la provincia de Miyagui, al noreste de Japón, ha sufrido la filtración de agua radiactiva, aunque las autoridades han anunciado que los niveles de radiactividad están dentro del rango normal.

Además, perdió dos de sus tres líneas eléctricas que son utilizadas para el enfriamiento de sus tanques de combustible; por el momento, el enfriamiento en la planta se realiza con la línea eléctrica que no resultó dañada.

Las filtraciones ya intentan ser controladas por los técnicos, quienes informaron que en breve la complicación quedará resuelta.

Por otra parte, en las plantas nucleares de Higashidori y Rokkasho (ambas en Aomori, al este de Japón), el corte del suministro de energía eléctrica ocasionó que recurrieran a generadores de emergencia a base de diesel para seguir trabajando.

La planta de Fukushima, duramente afectada por el terremoto del pasado 11 de marzo, no reportó más daños.

Hasta el momento, los resultados que se tienen registrados a causa del sismo que recientemente afectó el archipiélago, son de tres muertos y 132 heridos. Ésta ha sido la réplica más intensa desde el terremoto de 9 grados en marzo.



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